¿CÓMO QUEDÓ BOGOTÁ?
El
reto de una Bogotá más humana enfrascada en las desfavorables decisiones que
ejecutan la alcaldía y la ciudadanía
Delincuencia,
deficiente administración de la alcaldía y un deplorable aumento de vidas abrumadas
a causa del constante conflicto en las relaciones de convivencia con otros, afectan
de manera negativa el buen caminar de los ciudadanos bogotanos al no poder
encontrar un estado de seguridad y confianza que pueda salvaguardar sus vidas
del peligro y de las decisiones que se apartan de las verdaderas necesidades
que los acaparan.
Por eso, cuando pudimos
conocer un panorama más extenso de cómo se encontraba Bogotá frente a estas
situaciones, nos dimos cuenta que son problemáticas latentes que hoy en día
repercuten con mayor intensidad. Los factores sociales, económicos, políticos y
culturales son vitales en la construcción de políticas públicas de convivencia y
seguridad, pero cuando aquellas se ignoran o más bien no son tomadas en cuenta
de manera correcta y eficaz para tener un buen funcionamiento de las diferentes
estructuras de poder y también quienes las ejecutan, se pueden llegar a
fracturar las dinámicas sociales
La Secretaria Distrital de
Gobierno dice cumplir con la estrategia de presentar un diagnóstico de la
ciudad, que contiene: el comportamiento histórico de las estadísticas de las violencias,
conflictividades y delitos; el surgimiento de nuevos fenómenos de violencia y
crimen en la ciudad; las dificultades para el diagnóstico de ciertas
problemáticas; el comportamiento de las diferentes mediciones, y los resultados
de algunas de las investigaciones realizadas por las entidades distritales,
empero de qué serviría mostrar la realidad y no generar medidas de acción a
favor del mejoramiento de las situaciones de duelo en la ciudad. Esto último
fue lo que pudimos evidenciar a través de salidas de campo, las cuales dieron
cuenta que las soluciones que se pueden plantear por parte de la alcaldía sólo
benefician a unos cuantos y no toman en cuenta las excepciones concretas.
En cuanto a la mala
administración de la alcaldía, cabe aclarar que en cierta medida muchos de los
problemas a los que se enfrenta la actual administración, son de una manera u
otra, responsabilidad de las anteriores alcaldías, el mal estado del sistema de
transmilenio, las irregularidades del SITP provisional, el deficiente servicio
de aseo y manejo de basuras, son algunas de estas.
En conclusión, las malas
decisiones o la incorrecta formulación de políticas para la comunidad, impide
que se puedan realizar las mejoras que se necesitan, puesto que sabemos que hay
retos y propósitos los cuales se requieren cumplir para que nuestra ciudad sea
un espacio sano donde se pueda vivir confortablemente, sin embargo, es
necesario dejar de deambular por propuestas desconectadas con la realidad
concreta y también, es imperativo que como sociedad entendamos que hay que
tener paciencia y que una Bogotá más humana se construye desde el respeto con
la coexistencia de otros y el entorno que nos rodea.
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